Alemania tiene una gran cantidad de leyes que regulan todos los aspectos de la vida y a su gente le gusta obedecerlas. Esta tendencia es uno de los muchos restos de los valores propagados por los prusianos. Prusia solía ser un reino alemán conocido por su ejército inusualmente bien organizado y efectivo.
Este amor por las reglas se manifiesta de muchas maneras. Por ejemplo, cruzar la calle como peatón en un semáforo rojo está mal visto, incluso si no vienen autos. Cada casa tiene al menos cuatro botes de basura diferentes: plástico y metal, papel, desechos orgánicos y basura en general. Además, incluso hay una oficina gubernamental llamada Ordnungsamt, que literalmente se traduce como "oficina de orden".
Llegar a tiempo se considera una virtud en Alemania. Prefieren llegar demasiado temprano que demasiado tarde. La puntualidad se ve como una señal de respeto hacia la persona con la que te encuentras. No significa que todos los alemanes sean buenos con esto, pero se disculparán si llegan más allá del tiempo acordado.
Los horarios de trenes y autobuses se dan en minutos exactos y sí, las personas esperan que los servicios de transporte sean fieles a sus horarios. Sin embargo, el Deutsche Bahn (servicio ferroviario alemán) tiene la reputación de que su horario es simplemente una referencia aproximada de cuándo llegan o salen los trenes de la estación.
Es posible que haya escuchado que los alemanes a menudo se describen como un poco distantes y fríos. Eso podría deberse a que las burbujas espaciales personales de las personas son más grandes aquí que en otros países. Por lo tanto, los alemanes tienden a tratar a los extraños de manera bastante formal, especialmente en los primeros encuentros y no siempre son grandes en las pequeñas conversaciones. En realidad, solo significa que tardan un poco más en calentarse con los demás. Como consecuencia, las amistades cercanas con los alemanes no necesariamente ocurren de la noche a la mañana, pero cuando se forman, generalmente son muy genuinas.